Factores que determinan la capacidad de administración financiera en las familias
La mayoría de las familias enfrentan escenarios financieros en los que se ven obligadas a tomar decisiones sobre la asignación de recursos escasos para fines diversos; así como tomar decisiones respecto del consumo presente contra el consumo futuro, que están asociadas con el ahorro y la obtención de crédito.
Pero, ¿qué elementos llevan a que, aún con características similares de ingreso, distintas familias tomen decisiones diferenciadas?
En el estudio “Antecedentes y consecuencias de la administración financiera de los hogares de sectores medios bajos en Brasil”, los investigadores Ana Paula S.C. Miotto y Juracy Parente, a través de dos estudios complementarios, trataron de entender la forma en que las familias administran sus finanzas del hogar.
Como resultado del deterioro de los ingresos reales de las familias (que en México se derivó de los recurrentes episodios inflacionarios de los años 70, 80 y mediados de los 90), se generó un proceso acelerado de crecimiento del endeudamiento, una contracción y limitación de la capacidad de ahorro y consecuentemente, la generación de una preocupación por el efecto negativo que ello tiene sobre el bienestar de las familias.
El estudio buscó analizar algunas características de personalidad que, de acuerdo a la literatura económica, podrían tener un efecto específico sobre la conducta financiera de planeación de las familias. En el artículo que resume las conclusiones del estudio, se entiende a la administración financiera del hogar como el conjunto de decisiones relacionadas con la realización de compras o las decisiones relacionadas con la contratación de productos financieros, que de manera individual o agregada y con el tiempo, generan comportamientos financieros habituales, los que a su vez son frecuentemente determinados por las características personales, las habilidades y las actitudes de quien o quienes toman las principales decisiones financieras en el hogar.
Estas decisiones son particularmente relevantes en sectores de menores ingresos, porque en éstos, una sola decisión de compra o una sola decisión de endeudamiento de largo plazo, puede tener un efecto grave y definitivo sobre el bienestar financiero de las familias.
El estudio establece un marco conceptual que plantea que dos de los elementos centrales que determina las decisiones financieras son la capacidad de establecer un presupuesto de seguimiento mental (la habilidad y capacidad para registrar mentalmente los gastos e ingresos aproximados de la familia) y la habilidad de administración financiera; constituyendo ambas el fundamento de la administración financiera del hogar.
A su vez, este conjunto de elementos es determinados por características socio-demográficas como el momento del ciclo de vida que se encuentra cada familia y el nivel educativo (siendo este último el de mayor incidencia en conductas como el ahorro). También es influenciada por elementos de la personalidad, como la capacidad de autocontrol (que está directamente relacionada con la forma en la que gastamos), la preferencia por el crédito (como mecanismo para adelantar consumo futuro al presente) y la propensión personal para la planeación.
Asimismo, particularmente entre sectores socioeconómicos medios y bajos, el surgimiento de eventos críticos, pueden alterar y modificar la estructura de planeación y administración financiera de las familias. Ejemplo de ello son perdidas empleo o enfermedades, que generan graves desequilibrios de largo plazo.
El estudio concluye señalando, que la industria financiera podría contribuir a mejorar las condiciones de administración financiera de los hogares a través de facilitar la comprensión simplificada de la conducta financiera pasada. Un ejemplo, sería la inclusión en los estados de cuenta de la información histórica de gasto en tarjetas de crédito, que permite identificar qué porcentaje del endeudamiento está solamente adelantando consumo futuro, sin generar valor para las familias.
Para éstas, entender los elementos que llevan a tomar malas decisiones en la administración financiera es fundamental para empezar a tomar acciones que les permiten asumir el control de su futuro bienestar.
Fuente: El Economista.