El cambio en tus finanzas personales se logra paso a paso
Sin duda la clave para lograr cambios verdaderos y profundos en nuestra vida, en todos los aspectos, es ir paso a paso, pero de manera constante y progresiva. Pocos entienden el poder de hacer esto; por el contrario, muchos quieren transformarse de la noche a la mañana, y por eso fallan.
Es imposible tener deudas y querer pasar, de un día para otro, a ahorrar 15% de nuestro ingreso para el retiro. No hay manera de hacerlo. Pero sí es posible establecer un plan para pagar esas deudas, ejecutarlo de manera constante y luego pensar en el ahorro.
Pero también hay otra razón: lograr pequeñas victorias nos permite ver que sí se puede. Nos inspira, nos motiva a seguir adelante. Así es como se logra cambiar un círculo vicioso en virtuoso.
Así que si eres una de esas personas que no han podido ahorrar, que no sabe cómo invertir o que está muy endeudada, no te desesperes, pero tampoco lo pospongas. Simplemente empieza poco a poco, cualquier cambio positivo que logres te va a acercar a la solución.
Veamos algunos ejemplos. María es una persona de clase media, trabajadora. No tiene deudas pero siente que vive muy apretada y que no le alcanza. Por eso no ha logrado ahorrar. Ha leído muchas veces que las personas deberíamos ahorrar por lo menos 10% de nuestro ingreso y eso le parece mucho.
Su ingreso mensual neto son 10,000 pesos. Le pregunté acerca de sus hábitos y nos dimos cuenta de que fácilmente podría guardar 25 pesos a la semana -100 pesos al mes-, una cantidad muy pequeña que representa apenas 1% de lo que recibe.
Al poco tiempo se dio cuenta de que eso no le costaba nada de trabajo y decidió, ella sola, duplicar su ahorro: sacaba cada semana un billete de 50 pesos de su cartera. Así de sencillo. Además se sentía motivada: logró dejar atrás los pretextos que la detenían: “no me alcanza”, “no puedo ahorrar”.
Después de un par de meses, le dije que incrementara otro 1 por ciento. Al poco tiempo terminó abriendo una cuenta en CetesDirecto, en donde configuró un ahorro automático de 100 pesos domiciliado a su cuenta de nómina. Un gran avance, sin duda, pero que no se habría podido lograr de la noche a la mañana.
Lo mismo se puede hacer por el lado de las deudas. Javier se siente muy apretado y apenas puede pagar los mínimos. Estaba buscando de manera insistente la manera de salir de deudas rápidamente. Le dije que no había soluciones mágicas, que la única manera de lograrlo era con constancia y disciplina.
Ordenamos sus deudas de la más pequeña a la más grande. Le dije que pagara los mínimos en todas, pero que a esa más pequeña le abonara un poco más, aunque fueran 10 pesos. Al igual que con María revisamos sus hábitos y vimos que cada mes gastaba cerca de 500 pesos en el “cafecito” del día. Entonces quedamos en que lo haría la mitad de las veces y podría de esta forma abonar 250 pesos adicionales al pago mínimo, a su deuda más pequeña.
Tres meses después logró terminar de pagar esa tarjeta. Es cierto: no representaba mucho pero era un paso firme. Una deuda menos. El monto que antes pagaba para esa tarjeta lo iba a sumar al pago mínimo de la segunda y así sucesivamente. Pequeñas victorias que le animaban y resultaban en grandes progresos.
Es importante entender que esta técnica de las “pequeñas victorias” la podemos aplicar a casi cualquier aspecto de nuestra vida. Por ejemplo, para bajar de peso o empezar a hacer ejercicio. Nunca haremos 50 abdominales en la primera sentada, a lo mejor podremos hacer sólo dos o tres. Pero poco a poco, con constancia, iremos mejorando nuestra capacidad física, lo que nos permitirá ir viendo resultados.
Fuente: El Economista.