Pagar tu universidad y no morir en el intento
Es entre los 18 y 20 años cuando los jóvenes mexicanos inician una carrera profesional y, de acuerdo con el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), los profesionistas llegan a percibir hasta un 70% más de ingreso que quienes no cuentan con un título universitario.
El impacto de un título universitario no es sólo económico, sino que también afecta positivamente a la calidad de vida. La relación con nuevos círculos sociales puede abrir puertas en el futuro o devenir en más y mejores oportunidades laborales.
No obstante, a veces es complicado cubrir los costos de una universidad; se calcula que en una institución privada los gastos rondan los 125,000 y los 930,000 pesos, mientras que en una pública puede ascender a 30,000 pesos por una carrera de cuatro años.
Adicional a lo anterior, hay factores de la vida universitaria que representan un gasto constante, como traslados, copias, libros y hasta cambios de vivienda en ciertas circunstancias. Entonces, ¿cómo costear la educación superior?
Para responder a la pregunta, te cuatro consejos que te ayudarán a solventar una carrera universitaria, de acuerdo con la startup Kueski.
1. Las becas son la mejor opción
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que en México sólo 25% de los estudiantes que está cursando una carrera universitaria se titula. Y las entidades educativas saben que una de las principales causas por las que los alumnos abandonan las aulas es la situación económica. Así que, los estudiantes con un promedio envidiable, habilidades deportivas extraordinarias o que hayan tenido la suerte de encontrar una convocatoria vigente, son candidatos ideales para conseguir una beca. El porcentaje de la misma depende de la universidad, pero hay una posibilidad de que sea hasta del 100 por ciento.
2. Busca préstamos para estudiantes
Las entidades financieras (bancos, Sofom, Nafin, entre otras) ofrecen créditos especiales para estudiantes, cuya dinámica es muy distinta a la de los créditos personales o para empresas. Con tasas de interés fijas y un plazo determinado para liquidar, los créditos estudiantiles ofrecen hasta 400 mil pesos para carreras en planes curriculares de cuatro años. Por su parte, algunas universidades ofrecen financiamiento directo que se puede pagar cuando el egresado ya esté colocado en el mercado laboral o bien, con trabajo en la institución.
3. Economiza ahora para pagar después
A la hora de ahorrar es importante priorizar. Economistas calculan que los gastos hormiga —pasar por un latte diario o comprar cigarros cada tercer día, por ejemplo— nos roban cerca de 12,000 pesos al año. Dicha cantidad puede resolver un par de meses de colegiatura o todo el material que cada carrera demande. A pocos meses de entrar a la universidad o incluso años, es un buen momento para que los jóvenes comiencen a ahorrar y prescindir de algunos lujos por un tiempo.
4. Trabaja medio tiempo
Siempre aparece como un reto para los estudiantes equilibrar la escuela con un trabajo, pero es una buena manera de solventar la educación y a la vez, adquirir experiencia laboral. No es necesario pasar horas en una oficina, pero sí explotar las habilidades. Muchos chicos saben idiomas o eran muy buenos para algunas materias, así que las asesorías a vecinos y compañeros de clase se perfilan como un ingreso ideal si es necesario. Otra opción es explorar el sector laboral de cada profesión. Además de recibir un salario, es una buena oportunidad para descubrir si es su verdadera vocación o es mejor replantearse el camino.
Fuente: Excélsior