Lecciones de la F1 sobre inversiones y finanzas personales

Lecciones de la F1 sobre inversiones y finanzas personales

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Varias investigaciones en el campo de la economía del comportamiento han demostrado que para lograr buenos hábitos financieros no sólo se trata de cuál sea el flujo de dinero que tenga una persona, ya que intervienen otros factores para que se pueda mantener la disciplina y constancia en la planeación financiera.

Cuando hablamos de estos rubros, la figura del piloto británico Lewis Hamilton resulta un ejemplo. Aunque su actividad deportiva pareciera alejada del mundo de las finanzas, con 50 victorias y más de 100 pódiums es claro que, al menos en constancia y disciplina, algo está haciendo bien.

El mundo de la Fórmula Uno y la planeación financiera tienen varias cosas en común, como el equilibrio del riesgo en una inversión y una carrera, o la planeación a corto, mediano y largo plazos, por lo que en el marco del Gran Premio de México, el periódico El Economista platicó con Hamilton sobre algunas lecciones y anécdotas que pueden ayudarle en el manejo de sus finanzas personales.

Imagino una carrera como una inversión; en ambos casos es importante tener un buen vehículo que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos. ¿Qué buscas en un buen vehículo?

No eliges sólo un auto, eliges un equipo. Fundamentalmente se trata de tener un buen equipo, pero no todos se encuentran en la posición de elegir a uno; algunos de los mejores pilotos tienen la oportunidad de elegir con qué equipo quieren trabajar, pero otros tienen opciones limitadas.

Mira a nuestro equipo, con objetivos muy ambiciosos para los que necesitamos el auto más veloz, el motor más potente, y también hacer una lista de errores; es la atmósfera, la creatividad en el taller, el entendimiento sobre dónde enfocarse, porque algunos equipos se centran en otras cosas menos en ganar.

Se trata de tener coordinación y comunicación, y el consenso para crear una estrategia en la que todo funcione perfectamente.

Antes de ganar tu primer Gran Premio, ¿cómo mantuviste tus objetivos en mente, sin caer en distracciones?

En general es bastante fácil. Encuentro este proceso muy simple (…) Depende de cuánto quieras lograr, qué tienes que hacer para obtenerlo, y cuánta energía y tiempo dedicarás para obtener lo que quieres.

Se trata de mantener la mente abierta y absorber todo lo que puedas; yo no soy perfecto, pero las áreas en las que me enfoco están alineadas con el objetivo de ganar en una carrera.

También hay que aprender de las caídas, sabes, es realmente difícil de explicar, pero he corrido durante mucho tiempo, y cada carrera deja algo, tomas lo bueno, entiendes lo negativo y luego los abandonas.

En un deporte tan competitivo, e incluso en los escenarios más adversos, ¿cómo mantienes la cabeza fría?

Realmente no lo sé. Creo que sólo es mi personalidad; tengo buena gente a mi alrededor que me ofrece un gran apoyo. Sé lo que puedo hacer, sé quién soy y quién puedo llegar a ser si trabajo duro, sé que puedo ser el mejor si entreno, si estudio todo de cada carrera.

Veo que te gusta el riesgo, no sólo sobre la pista sino también en otros deportes. ¿Cómo mantienes esa pasión por el riesgo sin poner en peligro tu objetivo de ganar?

Ésa es la pregunta del millón de dólares que todos me hacen. No es fácil encontrar el balance perfecto. Conozco a muchas personas, en el ámbito deportivo, que no hacen nada más que entrenar.

Creo que soy muy consciente de mi caso, y de que sólo tengo un punto de vista diferente. No sólo quiero sentarme y ver a alguien más manejando mi auto, eso sería doloroso, pero creo que hay tanto que vivir y que hacer, que alcanzar, que hacer demasiados sacrificios no es recomendable; se trata de encontrar un balance.

Mucha gente se concentra demasiado en el trabajo y se pierde de otras cosas importantes.

Mi tía murió de cáncer a los 53 años, y no podía creer que hubiera trabajado tan duro para pagar las deudas, ese tipo de cosas, y hubo cosas que ella hubiera deseado hacer en su momento, pero esperó. Me dijo: “Nunca dejes pasar un solo día sin disfrutar y vivir tu vida al máximo”, y eso es lo que trato hacer, sin descuidar otras cosas.

¿Tu experiencia en la F1 te ha ayudado a desarrollar habilidades para enfrentar otros retos de la vida diaria?

En mi viaje alrededor del mundo, supongo que sí; he conocido muchos países, e interactuado con diferentes personas, culturas, gente con diferentes modos de vivir.

Hay muchas experiencias de las que he aprendido mucho en el sentido de cómo vivir mi vida; una cosa que me quedó muy presente es dejar las cosas en el pasado. No puedo cambiar el pasado, sólo puedo determinar lo que influirá en el futuro, las cosas que dije y las decisiones que tomé; no tiene sentido intentar cambiar algo que dije hace 20 minutos, es algo que he aprendido con los años, siempre mirando al frente, nunca hacia atrás.

En este sentido, ¿qué le dirías a la gente a quien se le dificulta planear a largo plazo?

Toma la historia de mi tía como ejemplo: ella planeó para el futuro, “en 20 años haré esto”, pero se le acabó el tiempo, nunca sabemos cuándo será nuestro último momento, entonces se trata de hallar el balance adecuado entre la planeación a corto y largo plazo, ambos para el mismo tipo de viaje. No pienso mucho en el futuro, porque pueden pasar muchas cosas; lo importante es no distraerse por cosas en las que uno no tiene control.

 

Fuente: El Economista.

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