¿Los millennials se interesan más en sus finanzas que el resto?

¿Los millennials se interesan más en sus finanzas que el resto?

La era digital y las innovaciones tecnológicas están transformando la forma en que nos comunicamos y accedemos a la información, es por ello que uno de los grandes retos del sistema financiero es identificar las nuevas tendencias y hábitos de sus clientes actuales y potenciales para ofrecer servicios y soluciones que permitan satisfacer sus necesidades de manera efectiva y eficiente. En ese sentido, es fundamental identificar los intereses, así como las necesidades de información y los medios que las personas emplean para obtenerla.

La Encuesta Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (ENAID 2016), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a partir de uno de sus módulos permite conocer qué tipo de información busca y consulta la población mayor de 18 años que reside en zonas urbanas, de acuerdo con sus intereses y actividades, así como el medio a través del cual lo hacen.

De esta encuesta destaca que los mexicanos de 24 a 36 años, que son parte del grupo de la generación millennial, declararon que dentro de los 10 principales temas de su interés se encuentran la búsqueda de información sobre actividades recreativas, precios de alimentos, entretenimiento, además de información relativa a trámites y pagos de servicios privados.

La población en general diversifica los medios de búsqueda de información; es decir, utiliza diferentes canales como el internet, redes sociales, directamente con los proveedores del servicio, anuncios, entre otros. Un aspecto interesante es que 83% de los millennials realizó sus búsquedas de información a través de un medio electrónico (Internet, redes sociales, correo electrónico, app o vía SMS), a diferencia de los mexicanos mayores de 36 años de los cuales sólo 53.4% lo hizo de esa manera. Esto muestra que es adecuado poner en las manos de los usuarios jóvenes y adultos de la banca, información relevante y que la puedan consultar a través de sus teléfonos, tabletas y computadoras.

Un dato de suma importancia para el sistema financiero, y en específico para la banca es que existe un bajo interés en la búsqueda de información sobre sus cuentas bancarias, independientemente de la edad de las personas. De acuerdo con datos de la ENAID, sólo 30% de los millennials y 25.5% de los mayores de 36 años buscaron información sobre su cuenta bancaria. Incluso los millennials bancarizados revelan un mayor desconocimiento sobre sus productos financieros. de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2015), sólo 33.7% de ellos conoce la tasa de interés, comisiones de su tarjeta de crédito y sabe que puede acudir a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros en caso de tener algún problema con un crédito, tarjeta de crédito, ahorros u otros productos financieros, respecto a 41.9% de los mayores de 36 años.

Un comportamiento relevante, que se presenta a nivel mundial, es que los millennials utilizan como principal fuente de información los medios electrónicos, lo cual se corrobora a partir de datos presentados por la ENAID; en este sentido, 86.3% dijo utilizar como principal medio de consulta de información sobre su estado de cuenta algún medio electrónico. En cambio los mayores de 36 años usan como principal medio de consulta al proveedor directo del servicio (65.7 por ciento).

Se puede señalar que existe un reto importante para la educación financiera de los mexicanos. En primer lugar, se debe reforzar en toda la población la importancia que tiene la información relativa al manejo de sus finanzas personales y que esto en la práctica se traduzca en un mejor bienestar financiero. En segundo lugar, los medios electrónicos representan un elemento clave en el desarrollo de nuevos productos financieros que en la medida que incorporen elementos de educación financiera permitirá a las personas tener un uso más fácil y eficiente de sus productos.

 

Fuente: El Economista.

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