Cómo prepararse financieramente para estudiar en el extranjero
Ya sea para el aprendizaje de un idioma o la adquisición de nuevas experiencias, tomar un curso o posgrado en el extranjero es algo cada vez más atractivo para los mexicanos. Según el estudio “El valor de la educación”, 45% de los padres consideraría una educación universitaria en el extranjero para sus hijos, siendo el posgrado el grado de estudios más factible para horizontes internacionales, según 42% de los encuestados.
Los países más buscados, según el documento, son Estados Unidos, Canadá, Alemania, España y Francia; sin embargo, los principales obstáculos para los financiadores de estos viajes —comúnmente los padres— son el peso adicional al presupuesto y volatilidad en el tipo de cambio, por lo que buscar certeza en los precios es clave, tanto en el financiamiento del curso o posgrado, como en la prevención de imprevistos.
RECOMIENDAN BUSCAR FINANCIAMIENTO A LA MEDIDA
A decir de Tannia Domenzain, directora de Marketing de Education First, el primer paso para financiar estudios en el extranjero es ser muy realistas con nuestro presupuesto, para que no haya presión adicional una vez que se regrese.
“Existen diversas instituciones que se dedican exclusivamente a financiar estudios en el extranjero a estudiantes que así lo requieran. Cada una tiene diferentes planes de acuerdo con las necesidades específicas o a las posibilidades financieras de cada estudiante o familia. Hay planes en donde el estudiante viaja de manera inmediata y paga sus estudios hasta en 48 meses”, explicó a El Economista.
Dependiendo del intercambio son diferentes las necesidades, agregó, ya que hay ciertos países y duraciones de curso que requieren que los estudiantes tengan una cantidad mínima de fondos para poder tramitar su visa o asegurar que el estudiante tiene cómo sostenerse en el extranjero.
Por ello es de gran importancia evaluar el tiempo para pagar el plan que se elija. Ya sea un viaje de tres meses o tres años, es recomendable tener cubierta una parte del costo total antes de que inicie el viaje, para que en el transcurso de éste se termine de pagar y el estudiante no afronte presiones financieras a su regreso.
“A veces se vuelve tedioso seguir pagando meses después de que la experiencia terminó”, enfatizó Domenzain, por lo que también hay que asegurarse de estar en buenas condiciones en lo que a historial crediticio se refiere, para acceder a mejores planes de financiamiento.
SEGUROS SON UN ALIADO CLAVE ANTE IMPREVISTOS
De acuerdo con la especialista de Education First, hay dos tipos de imprevistos que los estudiantes suelen afrontar en el extranjero: los financieros, y los médicos (que en realidad también podrían entrar en la primera categoría).
“Es común el robo o pérdida de sus instrumentos financieros, y el tiempo de respuesta de sus respectivos bancos para remplazar sus plásticos es alto”, dijo.
En el caso de los imprevistos médicos, y de salud en general, los seguros son una herramienta imprescindible que la mayoría de las veces también es obligatoria.
Todas las instituciones educativas en el extranjero marcan como requisito obligatorio que un estudiante de intercambio tenga un seguro que cuente con una cobertura de gastos médicos con una suma mínima de 20,000 dólares, o 30,000 euros. Asimismo, las embajadas también solicitan contar con un seguro para poder emitir la visa de estudiante.
Los seguros médicos para estudiantes protegen en caso de accidente o enfermedad, y también cubren ante robo o extravío de equipaje, envío de medicamentos, hospedaje de un familiar, repatriación médica, entre otros rubros, y su costo depende mucho del tiempo de estadía, el destino y la suma asegurada.
Sin embargo, el valor de estas coberturas representa en promedio 1% del costo total del viaje. “Por ejemplo, el precio de un seguro de viaje para estudiantes se ubica entre los 9,600 y 19,638 pesos para periodos de seis meses. Si el tiempo de la estancia es menor, se pueden encontrar seguros desde 373 pesos.
Cabe mencionar que los siniestros más frecuentes en estudiantes de intercambio son traumatismos como golpes y caídas leves (con un costo promedio de 1,500 dólares por evento), así como enfermedades respiratorias o gastrointestinales (que suponen un desembolso de 500 dólares, en promedio).
Sin embargo, en casos de mayor gravedad como accidentes de tránsito o robos con violencia, el gasto puede llegar a ser de hasta 50,000 dólares en promedio.
De ahí que Tannia Domenzain consideró importante el tema del deducible que se necesita en ciertos seguros en una emergencia, pues en muchas ocasiones requiere de liquidez por parte del asegurado, o en este caso, de sus padres.
“A todo estudiante recomendamos llevar una tarjeta que únicamente utilice en emergencias justo para este tipo de imprevistos (…) Las tarjetas exclusivas para estudiantes en otros países, por ejemplo, cuentan con respaldo absoluto para hacer la estancia del estudiante más fácil en el extranjero”, dijo.
Con Información de: El Economista.