9 cosas que me hubiera gustado saber del dinero cuando era niño
Es en la infancia cuando tenemos una mayor capacidad para absorber nuevas ideas y consolidar hábitos, de ahí que es la mejor etapa para fomentar buenas actitudes relacionadas con el dinero.
Desde falsas ideas como que ser rico es malo hasta la creencia de que las tarjetas de crédito son deudas seguras, pensamientos sin sentido se van metiendo en nuestra cabeza con el pasar de los años. Los padres, como en muchos otros sentidos, deben educar a sus hijos para que tengan una excelente salud financiera.
Preguntamos a algunos niños del pasado qué cosas les hubiera gustado saber sobre el dinero cuando eran pequeños y esto fue lo que nos contaron:
Juan Carlos fue sencillo y directo. “Me hubiera gustado que me dijeran que es bien difícil ganarlo”, mientras Ricardo Aguilar hubiera deseado saber “cómo hacerlo rendir por prioridades, conocer la diferencia entre atesoramiento y ahorro, saber que se pagan impuestos y para qué sirven; también tener claro que pierde su valor”.
Para algunos más lo ideal hubiera sido aprender a multiplicarlo, como Alexis, que sólo quería que le dieran algunas “ideas para generarlo, cómo invertirlo y también cómo pagar impuestos”. En tanto, María Pino dijo: “me hubiera gustado saber cómo se ganaba, es decir, trabajar en algo para mi edad, pero que se creara esa cultura; igual la del ahorro y la inversión. ¡Ah! y cero ideas de que es difícil conseguirlo”.
Miguel Soto hubiera deseado saber algunos conceptos que lo acercaran a la realidad, como “que su valor es relativo a una cosa que uno va descubriendo que se llama inflación, porque solía pensar que todo se solucionaba imprimiendo billetes”.
Y, ¿por qué no?, apreciar cada peso. “Saber el valor real del dinero y que trabajar es muy difícil para ganarlo”, hubiera sido de gran valor para Javier cuando era pequeño.
¿Qué tienes qué hacer para que salga del cajero?” era una duda frecuente en la cabeza de Diego… esa máquina no es magia, si el dinero sale de ahí, es porque te lo has ganado. “De niño yo veía que salía de ahí, pero ¿y luego?”.
Daniel Villegas apunta algo que, vivimos todos los adultos cada 15 días: “antes de tenerlo ya tienes parte de esa cantidad comprometida por gastos corrientes o deudas”.
En resumen, muchas son las cosas que nos hubiera gustado aprender:
- Que es difícil ganarlo, pero no imposible
- Que hay que saber administrarlo
- Que no es lo mismo atesorar, ahorrar o invertir
- Que cuando lo tienes, también tienes que pagar impuestos por él
- Que pierde su valor
- Que puedes tener un negocio para multiplicarlo
- Que hay que valorar cada peso que tenemos
- Que las cosas no se solucionan con magia (como que una máquina te regale dinero o la solución esté en hacer más billetes)
- Que, si te descuidas, puedes terminar trabajando sólo para pagar deudas
Sin embargo, ¿qué nos enseñaron a nosotros? Si tener dinero era resultado de “portarse bien” o era sólo un “premio” o si lo único que aprendimos, a través de la televisión, es que los ricos “son malos” y los pobres “son buenos”, entonces algo malo hubo en nuestra temprana educación financiera.
Si tienes hijos, aún estás a tiempo de educarlos bajo una perspectiva clara y real del dinero. No lo dejes pasar.
Fuente: Excélsior.